

La continuidad del IFE se encuentra condicionada por la situación fiscal y en el Gobierno no descartan ninguna posibilidad
MunicipiosSociedad 23 septiembre, 2020 Redacción

Los funcionarios Fernanda Raverta, titular de la Anses, y Daniel Arroyo, ministro de Desarrollo Social, ofrecieron entrevistas donde hablaron de las dificultades que sufre el Estado con respecto a la entrega del IFE debido a su costo fiscal, aunque a la vez se manifestó que se evalúa la posibilidad de institucionalizar una Renta Básica Universal, con una contraprestación por parte del beneficiario en forma de trabajo o estudio.
«Se está pensando dentro del Gabinete Económico en cómo avanza la pandemia y en ver el impacto de los tres IFEs en las familias y en la economía. Estamos evaluando si existe un cuarto pago del IFE o vamos a construir otras políticas sociales de acompañamiento con otras perspectivas», aseguró la titular de Anses.
«El Gobierno piensa en la producción, el trabajo y el empleo como motor de la economía y quiere poner toda la energía y los recursos en generar más trabajo al acompañar procesos productivos», continuó.
Sin embargo, aseguró que, mientras se conviva con la pandemia, deberán analizar «cómo hacer para no abandonar a ningún argentino o argentina».
Pero, advirtió sobre la incertidumbre que siembra el virus: «Por eso no podemos decir ni cuántos IFE va a haber ni cómo van a ser. Lo que hacemos todo el tiempo es revisar en función de la salud y la situación económica y a partir de ahí tomar las decisiones, están todas las opciones sobre la mesa», afirmó.
Por otra parte, señaló que el Gobierno trabaja en «todos los temas que hacen al sistema previsional y a la seguridad social y en pensar garantías básicas de desarrollo vital de los argentinos y argentinas».
Al respecto, recordó que hoy la Anses asiste a través de la asignación universal y familiar a la franja de los tres meses de gestación a los 18 años y, con jubilaciones y pensiones a las personas en edad de jubilar.
«Tenemos que ir pensando en otras poblaciones que, con una asistencia del estado, podrían desarrollar sus capacidades y potencialidades, como los chicos de 18 a 24 años que estudian en la Argentina», aseguró Raverta.
A su vez, el ministro Daniel Arroyo habló sobre las posibilidades de continuar con el IFE, y volvió sobre la posibilidad de implementar, en el largo plazo, un plan que garantice un ingreso básico para sectores necesitados.
Mientras alrededor de 9 millones de beneficiarios aguardan por la definición sobre si finalmente el Gobierno habilitará el pago de una cuarta entrega del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), el ministro de Desarrollo, Daniel Arroyo, reconoció este miércoles que la decisión se encuentra aún «en evaluación». Y en ese aspecto, afirmó que el peso fiscal de la medida jugará un papel clave.
Por otro lado, volvió sobre la posibilidad de establecer a futuro una Renta Básica Universal y fue claro sobre cuál debe ser la contraprestación para acceder a ese posible beneficio.
«El presidente Alberto Fernández ha acompañado a los que tienen dificultades. Pero no está definido hoy cómo se sigue», reconoció Arroyo, quien optó por no opinar sobre si esta medida, aprobada en el contexto de la emergencia por la pandemia, debe tener continuidad: «No quiero dar opiniones sueltas porque formo parte de un Gobierno que está estudiando las alternativas y las políticas a encarar».
Por otro lado, el ministro ratificó que la posibilidad de avanzar con un proyecto de Renta Básica Universal (pensado inicialmente para reemplazar al IFE y destinado para un segmento de jóvenes desempleados o no registrados) es actualmente imposible por el impacto que generaría en las arcas del Estado.
No obstante, estableció que cuando ese mecanismo pueda ser aplicado, deberá existir una contraprestación ineludible: trabajo o estudio.
«En el mundo se está debatiendo la Renta Básica Universal. No hay condiciones fiscales para hacerlo hoy en la Argentina, pero la salida a mi modo de ver tiene que ver con el trabajo y un ingreso de base como contraprestación. ¿Qué debe ser esa contraprestación? Trabajar o capacitarse en oficios o completar la escuela secundaria», afirmó Arroyo.
En otro orden, el titular de Desarrollo Social admitió que la pandemia produjo un «evidente» incremento en la cantidad de pobres que tiene la Argentina.
Y aunque no quiso hablar de números, deslizó que las próximas cifras del INDEC mostrarán un nivel de pobreza por encima del 40%.
«Está claro que la situación social es crítica y que, además, en el segundo trimestre de este año la situación se hizo más complicada por el cierre de la actividad económica».
«Es evidente que ha aumentado la pobreza y que, más allá del esfuerzo del Estado, que ha sido mucho, hay una gran cantidad de gente que ha perdido ingresos y está angustiada», admitió.
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